Presidente de ADEMI

EL PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN NOS MUESTRA EN ESTA ENTREVISTA
EL ESTADO DEL SECTOR, CUYAS EMPRESAS SON COMPETITIVAS,
CON UN ALTO GRADO DE CAPACIDAD DE INNOVACIÓN
Y ADAPTACIÓN A LOS NUEVOS NICHOS DE MERCADO.

D. MIGUEL ÁNGEL DEL REY LÓPEZ DE LA TORRE --

Recientemente fue elegido presidente de ADEMI. ¿Qué retos se plantea al frente de la Asociación?

ADEMI es una asociación empresarial cuyos objetivos y planes de acción se orientan al desarrollo organizativo de nuestras afiliadas en materias de prevención, calidad, innovación, formación profesional y relaciones laborales. Establecidos desde nuestros orígenes como asociación, se expresan en las siguientes líneas de acción:

- Representar y defender los intereses del Sector del Montaje, Mantenimiento y Servicio Industrial ante las distintas administraciones y entidades.

- Promover el desarrollo y el fortalecimiento de las empresas asociadas para que continúen en su línea de mejora continua de forma competitiva.

- Dar servicio de apoyo a sus asociados a través de estudios sectoriales, planes de formación, innovación, recomendaciones y guías, elaboración de material de apoyo, etc.

Desde ADEMI consideramos que estos aspectos siguen siendo vitales en el desarrollo de nuestras empresas, más aún cuando las mismas se han enfrentado a un creciente proceso de internacionalización, y en consecuencia aparecen nuevas necesidades en estos aspectos. Sin ninguna duda dedicaremos nuestros esfuerzos a los mismos, evidentemente con una visión más orientada al negocio internacional.

Por otra parte, ADEMI es una asociación que representa los intereses de empresas con una larga tradición y representatividad en el sector industrial español. En este sentido, nuestros objetivos se enfocan en asegurar nuestra participación activa o pasiva en todos aquellos foros donde el sector industrial este presente.

Adicionalmente, y sin mayores pretensiones que las correspondientes a nuestras representadas, creemos que es necesaria una participación activa y determinante en las diferentes organizaciones empresariales, con una clara orientación al desarrollo de nuestras representadas, tanto en los aspectos mencionados como en términos de competitividad, adecuación al mercado y crecimiento, todo ellos desde nuestra tradicional postura de defensa de los intereses del sector.

No quisiera dejar de mencionar, dada su importancia en el entorno actual, nuestro compromiso con los aspectos éticos y morales de negocio, y en este sentido creo necesario recordar en estas páginas que durante este año se procedió al desarrollo y firma del código de buen gobierno de ADEMI. Es mi intención como representante primero de la misma valer y hacer valer el mismo en la gestión regular de la asociación.

¿Qué servicios ofrecen las empresas de ADEMI? ¿Y cómo participan del tejido industrial español?

En términos muy generales, ADEMI se estableció como una organización sectorial de las empresas que se dedicaban al montaje y mantenimiento industrial, entendiendo por industriales todas las actividades en sectores como el energético, el del transporte ferroviario o las comunicaciones, además de los clásicos sectores industriales como el del petróleo, el químico o el siderúrgico.

Originariamente enfocados en el área electromecánica, el perfil de las empresas de ADEMI ha evolucionado con el paso de los años, de manera paralela a la propia evolución de los mercado y los negocios.

En la actualidad, un buen número de nuestras empresas se han convertido en referentes mundiales en ejecución de proyectos, con una reconocida capacidad en cuanto a su competitividad, posicionamiento y calidad de ejecución.

También es importante mencionar que, muy ligado al desarrollo de las comunicaciones, los enlaces ferroviarios de alta velocidad y las energías renovables, una buena parte de nuestras empresas han desarrollado una solidad actividad de investigación e innovación. A día de hoy existen un buen número de patentes en relación con energía eólica y termosolar  sistemas de señalización y control del tráfico ferroviario y desarrollo de infraestructuras eficientes de telecomunicaciones.

Sin embargo, y fieles a nuestra actividad original, hay que destacar que las empresas de ADEMI no han “migrado” su actividad a los sectores antes indicados, sino que simplemente la han extendido aprovechando el potencial de sus áreas tradicionales de actuación. Este desarrollo paralelo ha permitido asimismo el desarrollo de nuestras actividades originarias, contando entre nuestra asociadas con empresas de referencia en el sector del mantenimiento industrial avanzado, y extendiendo el ámbito desde el clásico montaje y mantenimiento eléctrico y mecánico a servicios avanzados en tecnología de mando y control, nuevos materiales e incluso programas de optimización del mantenimiento.

En la actualidad, algunas nuestras empresas han cambiado incluso sus modelos de negocio originales, evolucionando hacia modelos de gestión más basados en la gestión del riesgo que en la simple prestación de servicios. Sin ningún lugar a dudas, la severa crisis que padecemos en el sector y la orientación tecnológica y exportadora de un gran número de nuestras asociadas ha contribuido definitivamente a tal evolución.

Especial atención merece el desarrollo de nuestras empresas en el sector de la ingeniería. Hace ya algunos años que la letra I de nuestro acrónimo pretende reflejar esa realidad indiscutible, estando algunas de nuestras representadas en primera línea internacional, y compitiendo con las grandes empresas anglosajonas y europeas tradicionales.

En relación con el posicionamiento de las empresas de ADEMI en el sector industrial español, las cifras hablan por sí solas.

Los estudios realizados ponen de manifiesto que estamos ante un sector con un volumen de facturación del 1,94% del PIB (volumen de negocio de unos 20.000 millones de Euros, valores 2012/2013), gran generador de empleo, y con una fortaleza y un peso estratégico fundamentales dentro del tejido empresarial español.

No menos importantes son las cifras de empleo, factor crítico de la economía nacional. El sector genera más de 120.000 puestos de trabajo, tanto de forma directa como indirecta, creando una importante cadena de valor en la que participan, de forma activa, más de 2.200 pymes.

Todas las cifras obtenidas demuestran que el sector -aunque mantenga unos componentes de eventualidad muy altos, debido a la relación entre la duración del proyecto y el personal- ha resistido mejor que otros, con una destrucción de empleo menor.

Ya he comentado con anterioridad la importancia que para el sector han tenido los procesos de internacionalización. Las cifras anteriores, tanto en términos de volumen como de puestos de trabajo, no representan en modo alguno la evolución del mercado doméstico, sino el resultado de un esfuerzo notorio de internacionalización ya iniciado hace algunos años, y cuyos riesgos y oportunidades se han equilibrado lo suficiente como para poner de manifiesto una excelente gestión de nuestras empresas.

Para analizar el valor de nuestras empresas en el conjunto de la actividad económica española, es importante refrescar algunos números que ponen de manifiesto como el sector ha sido capaz de “reiventarse” y mantener su contribución en el sector empresarial.

En el año 2008, los volúmenes de facturación manejados en el conjunto de nuestras afiliadas superaron los 21.000 millones de euros, manteniéndose más o menos constantes hasta nuestra última estimación para el año 2013. Sin embargo, y atendiendo a los valores relativos a la actividad en el mercado nacional, nuestra estimación es que el mercado se ha deteriorado en más de un 100% (pasando de facturaciones del orden de 15.000 millones de euros en 2008 a apenas 6.000 estimados para 2013).

Las cifras anteriores claramente manifiestan la apuesta por la internacionalización de nuestras empresas, pero me gustaría proporcionar algunos datos adicionales para cuantificar el peso de nuestras compañías en la evolución nuestra balanza comercial.

La evolución de las exportaciones españolas en el sector servicios, donde se integra la mayoría de la actividad de nuestras empresas, evolucionó en el mismo periodo comentado desde los 96.000 millones en 2008 hasta los 107.000 registrados en el 2013, con un crecimiento medio de un 10%. La contribución de las empresas de nuestra asociación ha sido del entorno de un 15% del volumen indicado para 2013, pero considerando que el crecimiento exportador de las empresas de ADEMI ha sido del entorno del 100% en el mismo periodo, como ya se ha comentado. En este sentido es muy importante valorar el esfuerzo y el riesgo asumido por nuestras empresas para mantener la posición, al menos volumétrica, en el sector industrial español.

Evidentemente este esfuerzo no ha proporcionado resultados gratuitos; el modelo de exportación ha requerido del ajuste y especialización de nuestras plantillas, así como los resultados operativos se han visto significativamente afectados por las dificultades de ejecución propias de entornos no habituales y de los riesgos asumidos.

Con todo lo anterior, nuestras empresas han demostrado su adaptación al entorno actual, resultados fortalecidas en este sentido. Las necesidades de especialización y mejora de nuestros recursos con el fin de mejorar los resultados de la explotación constituirán sin duda el reto más importante para ADEMI en los próximos años.

Desde el punto de vista económico, ¿qué valoración hace del sector tanto a nivel nacional como internacional?

Una buena parte de la respuesta a su pregunta se incluye en el apartado anterior, pero en términos subjetivos creo que la internacionalización de nuestras empresas ha supuesto un salto cualitativo del sector.

La recuperación general del mercado nacional, con tímidas pero sólidas señales a día de hoy, no se reproducirá todavía en nuestro sector, debido a los ciclos naturales de algunos de nuestros negocios. Sin embargo, cuando esta se produzca, nuestras empresas se encontrarán mejor preparadas gracias a las experiencias (en algunos casos duras y dolorosas) derivadas de la internacionalización.

La internacionalización también ha servido para entender y mejorar la cadena de valor de nuestras actividades. Sin duda ninguna, la exposición a negocios de naturaleza global ha permitido descubrir nuevas oportunidades, tanto en términos de nuevos negocios como de cadena de suministros, hasta el extremo de que algunas de nuestras afiliadas son consideradas hoy en día entre las primeras compañías mundiales del sector, compitiendo en igualdad de condiciones con otras de larga tradición y experiencia internacional.

La situación del mercado nacional sin duda es sin duda dolorosa, y en nuestra opinión el principal impacto se ha producido en relación con la mano de obra. La ausencia de negocio local contribuye significativamente a una disminución de contratación en mano de obra nacional, que no se ve directamente compensada por el desarrollo de la exportación. Los perfiles necesarios para el desarrollo de la exportación son radicalmente diferentes, y no siempre es posible exportar mano de obra directa por razones que van desde requerimientos de mano de obra local hasta problemas derivados de los requerimientos específicos de cualificación profesional de trabajadores.

La situación del mercado nacional no puede entenderse sin el análisis de algunos elementos básicos; la contratación pública se redujo durante el 2013 a valores en torno al 10% del volumen total contratado en el mercado doméstico, siendo una de las principales razones del desplome, pero no el único. La situación de la demanda eléctrica, en valores inferiores a los del año 2006, junto con las modificaciones regulatorias en el sector ha supuesto un lastre importante para las inversiones en el sector, con el consiguiente efecto para nuestras empresas, con especial incidencia del parón renovable. Por último, y constituyendo la base de nuestras actividades de mantenimiento tradicionales, el sector industrial ha seguido mostrando señales de debilidad.

Pese a todo ello, nuestras empresas han mantenido los niveles de empleabilidad en valores más que razonables, con una clara y natural tendencia a la disminución de la subcontratación, pero también con un claro aumento de los contratos indefinidos.

Otro aspecto muy positivo ha sido el relativo a la  accidentabilidad. Nuestro sector mejoró sus índices de siniestralidad de manera sustancial comparados con los del año anterior. Ello denota el nivel de madurez de nuestras afiliadas en estos aspectos. Otro síntoma evidente de mejora en el que, sin embargo, hay que seguir trabajando a diario.

Desde el punto de vista de la exportación poco hay que decir en términos económicos. De no haber sido por esta expansión, nuestro sector se habría visto muy afectado por la situación, si bien, y como ya he comentado, el éxito ha tenido algún coste en términos de riesgo. Pese a todo, nuestro posicionamiento internacional ya ha sido reconocido como un nuevo “milagro”, y a día de hoy no es difícil encontrar filiales locales de nuestras empresas en gran parte del planeta.

Respecto a los destinos preferidos para la exportación sin duda los países latinoamericanos siguen siendo los que marcan nuestro destino, si bien resulta interesante destacar la fuerte penetración en el mercado norteamericano y, en los últimos tiempos, en los mercados de Oriente Medio y australiano. La situación europea sin duda no contribuye a fomentar nuestra presencia, y el mercado asiático todavía ofrece diferencias culturales que limitan nuestro posicionamiento, sin que ello signifique no existan ya varios casos de éxito entre nuestras empresas.

En resumen, la situación del mercado doméstico ha sido compensada por una clara vocación de expansión internacional que ha permitido a las empresas de ADEMI mantener sus niveles de negocio, esos sí, a costa de un considerable esfuerzo de sus directivos y trabajadores en el siempre complejo entrono internacional.

Las cifras demuestran que el sector facturó el año pasado un 0,4% más que en el ejercicio anterior. El crecimiento es tímido, pero positivo.

Efectivamente, el crecimiento es tímido. Creo que el vuelco brutal hacia el mercado de exportación, junto con las dificultades en la financiación propia y los riesgos derivados de nuevos entornos de negocio han contribuido a ese tímido crecimiento. Sin duda ninguna, los controles de riesgo se han reforzado, y las medidas de mitigación han tenido su impacto en los volúmenes.

Sin embargo y analizando de manera separada la evolución de los negocios nacional y de exportación, es importante indicar que la estimación para el año 2013 muestra crecimientos en el sector de exportación próximos al 14%, comparados con el año precedente, lo que sin duda, y pese a esa gestión de riesgo, pone de manifiesto un importante éxito.

Cuando las cifras analizadas son las del mercado nacional, la situación pone de manifiesto lo que ya se ha comentado; un sector que cae en torno al 20% en un solo año y que, además, lleva cayendo en esas proporciones desde hace cinco. Ese es el verdadero problema de nuestras empresas, y en mi opinión, del crecimiento futuro.

Está claro que el camino internacional nos ha hecho más fuertes, y esa experiencia debe seguir proporcionándonos nuevas fortalezas, pero sin un mercado doméstico recuperado, dudo que el crecimiento pueda ser significativo en los próximos años. En mi opinión, la senda del crecimiento de nuestro sector estará marcada por la recuperación de nuestro mercado doméstico, y pese a algunos indicadores macro que sin duda muestran síntomas de cierta recuperación global, todavía quedan bastantes meses para que veamos esa recuperación en nuestros negocios.

Lo que es realmente alentador es la competitividad de nuestras empresas en el mercado internacional.

Sin duda, y creo que ya se ha comentado en exceso, el éxito del proceso de internacionalización de nuestras empresas es notorio y reconocido, y no solo en términos de productividad, sino en calidad y profesionalidad.

Sin embargo, me gustaría comentar un par de aspectos que nos ayuden a entender la situación.

Como es sabido, entre nuestras afiliadas se encuentran algunas de las llamadas “cinco grandes”, que sin duda contribuyen de manera notoria a las cifras ya discutidas. Todas ellas de encuadran en diferentes grupos internacionales con actividades de múltiple naturaleza, y sin duda esta situación ha favorecido de manera notoria el desarrollo internacional de nuestro sector. Sin quitar un ápice de mérito al proceso, e incluso considerando que los riesgos son incluso más significativos debido al tamaño de las mismas, si debe considerarse este proceso como una evolución relativamente “natural” de las mismas.

En el actual momento, muchas nuestras empresas de menor tamaño están iniciando dicho proceso, y en este sentido considero que debemos trabajar en favorecer esta expansión con el adecuado soporte, en términos de formación y desarrollo organizativo, cualificación profesional y estrategia de negocio. Exportar un modelo basado en la competitividad por mano de obra puede entrañar riesgos muy significativos para esas empresas, máxime cuando nos enfrentamos a una dura competencia asiática que ya se está haciendo visible fuera de sus nichos habituales en muchas de nuestras áreas de actividad.

Desde ADEMI pretendemos seguir fomentando ese desarrollo competitivo mediante la formación continua, el desarrollo de procesos de profesionalización de nuestros equipos y las competencias tecnológicas. Evidentemente, nuestra asociación no dispone de los recursos específicos necesario para abordar semejante tarea, pero sin duda proporciona el foro de debate e intercambio de ideas que permitan tal desarrollo.

En resumen, y respondiendo a la pregunta, el camino andado y los resultados obtenidos son alentadores, pero creemos que el proceso debe seguir avanzando y generando valor para nuestro sector. La tarea no está acabada, y aún queda mucho por hacer.

Un activo importante de la Asociación son los Comités de Trabajo. Cuéntenos cómo se desarrollan estos foros de encuentro.

Sin duda, uno de los logros de ADEMI, como ya hemos expuesto en otras ocasiones, es el haber conseguido compartir experiencias y poner en común habilidades de sus asociados, mediante reuniones de expertos que trabajan diariamente con la misma problemática

Con ese fundamento se formaron los Comités que a día de hoy están funcionando en ADEMI (Prevención de Riesgos Laborales, Calidad, Medio Ambiente e Innovación, Formación y Laboral).

Los logros de los comités a lo largo de estos últimos años han sido muchos y muy importantes. A modo de ejemplo citaré algunos de los proyectos que el Comité de Prevención está acabando este año 2014:

·  Desarrollo y creación de una aplicación para dispositivos móviles (APP) orientado a la realización de inspecciones de prevención.
·  Guía de PRL en el ámbito Internacional.

Podríamos citar igualmente logros de la misma importancia de los otros comités (los más de 3.000 trabajadores que se están formando a través de ADEMI), pero creo que estas pinceladas nos permiten visualizar el trabajo y la importancia de nuestros comités.

Para finalizar, ¿nos puede dar su opinión sobre el futuro del sector?

Buena pregunta. Las tendencias globales y la evolución de las cifras de negocios no parecen indicar un riesgo severo en el corto plazo, en tanto a términos globales nos referimos.

Sin embargo, la situación del mercado nacional y, sobre todo, algunos elementos de impacto macro como las restricciones de inversión pública, los cambio regulatorios en el modelo energético y la situación de la producción industrial, no parecen dotar de optimismo al futuro más cercano, si bien tampoco parece que la situación pueda evolucionar muy negativamente.

En el medio plazo, creo que el “aprendizaje” derivado de estos duros años va a traducirse en una mejora sustantiva de la calidad y eficacia de nuestras compañías, que puede ser un incentivo importante para la recuperación de algunos sectores importantes de nuestra economía.

Sin ningún lugar a dudas, y mientras que no se observe una consolidación positiva de estos elementos, la principal tabla de salvación del sector pasa por buscar su hueco en el negocio de exportación, con todas las consideraciones indicadas. Ello requerirá de más esfuerzos y sacrificios en términos de profesionalización y visión global para muchas de nuestras empresas, y desde ADEMI queremos contribuir a facilitar en la medida de lo posible las herramientas para que el camino no sea demasiado tortuoso.