Desde sus orígenes, CYMI ha ido ampliando sus actividades. ¿En qué sectores operan en la actualidad?
CYMI tiene ya 60 años de operaciones y, como todas las empresas, ha ido evolucionando en función de lo que los clientes le demandan, así como por cuestiones tecnológicas y de oportunidad.
Nuestras actividades principales son: Montajes Eléctricos en Media Tensión y Baja Tensión; Montajes de Instrumentación; Instalaciones eléctricas e instrumentación a la industria en general (Plantas Químicas, Refinerías, Cementeras, Papeleras, Plataformas); Líneas de Transmisión de energía; Subestaciones; Electrificación ferroviaria: Catenaria y Subestaciones (Metro, Ferrocarril convencional, Alta velocidad); Instalaciones en Aeropuertos (Centrales Eléctricas, Autoconsumo solar, Climatización, Balizamientos); Energías Renovables.
Por otra parte, la empresa DAIP es una filial de CYMI con 50 años de actividad, siendo la empresa española con mayores referencias en la construcción de gasoductos y oleoductos, y la construcción de tanques de almacenamiento de crudo y productos refinados.
DAIP es miembro de IPLOCA y ha ejecutado proyectos internacionales en América del Norte, Sudamérica, África y Oriente Medio.
En materia de seguridad, CYMI SEGURIDAD es una empresa homologada por el Ministerio del Interior y por el de Industria cuya principal actividad es el suministro, instalación y mantenimiento de Sistemas de Seguridad Electrónicos aplicados a cualquier sector.
Dado que no existen grandes inversiones en nuevos proyectos, ¿cabe destacar entonces la actividad de mantenimiento integral de plantas industriales?
Estamos en un momento de la historia que claramente apunta lo que en matemáticas se conoce como punto singular, es decir, que viene un cambio brusco de la curva.
Se están dando cambios muy profundos tanto económicos como tecnológicos que están afectando a las empresas en general y, particularmente, a nuestro negocio. Todas las cuestiones relacionadas con las energías verdes o renovables y la reducción de gases de invernadero son tendencias imparables pero que, actualmente, están generando muchas tensiones y cuestionando muchas formas tradicionales de hacer negocios.
En este sentido, dentro del marco de la ONU, 192 países más la Unión Europea firmaron (2016) el Acuerdo de París, que marca las políticas para un horizonte de largo plazo con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y descarbonizar la economía. Esto conlleva unos cambios estructurales muy fuertes que afectan a muchos sectores productivos y económicos.
Dando sentido al principio de acción y reacción, han aparecido también de forma espontánea muchas fuerzas de distinta índole que no favorecen el avance y la generación de nuevos proyectos: subida desmesurada de precios de materias primas y energía, problemas logísticos y de aprovisionamiento, falta de semiconductores, tensiones geopolíticas, conflictos armados, hiperinflación…
Por todo ello, es por lo que entendemos que actualmente no hay grandes proyectos de inversión y modernización de las infraestructuras, o bien se han ralentizado o parado. La inversión, ya se sabe, es cautelosa, necesita previsión y certidumbre y, como dijo Ignacio de Loyola, “En época de tormentas, no hacer mudanza”.
En este contexto, el Mantenimiento es una actividad que con todas las dificultades y amenazas es una buena oportunidad. Eso sí, necesitas la experiencia y el recurso, que es muy escaso. Los equipos humanos son esenciales para llevar a cabo el mantenimiento con los altos estándares que exigen los clientes en Seguridad, Medio Ambiente y Calidad.
CYMI lleva a cabo mantenimientos en plantas industriales, fundamentalmente en áreas de electricidad e instrumentación para clientes muy relevantes así como de instalaciones de seguridad de todo tipo.
Con respecto a los grandes proyectos, están ahí y deberán desarrollarse. La transformación de la generación de energía mediante energías renovables, la descarbonización de procesos, la reducción de emisiones en la industria en general, los proyectos de hidrógeno y, en gran medida, proyectos asociados al gas como elemento aliado necesario en la generación durante un periodo -junto con la eólica marina- marcarán la tendencia de los grandes proyectos en los próximos años.
Estos proyectos han sufrido un impacto como consecuencia de la importante escalación de precios y están siendo actualizados en sus modelos económicos, pero sin ninguna duda persistirán porque la decisión es firme y su motivación es una emergencia climática cuyas consecuencias, en caso de no abordarla, serían devastadoras a largo plazo.
La inversión en el mercado español ha disminuido. ¿En qué mercados exteriores tienen más oportunidades de negocio?
En efecto, la inversión interna ha disminuido por falta de una regulación adecuada que dé garantías a los inversores y, por otro lado, las turbulencias que está habiendo en precios y aprovisionamientos. Esta última circunstancia excepcional hace que un proyecto sea inmanejable en plazos y costes.
Con respecto a la segunda parte de la pregunta, existen siempre oportunidades, incluso en las circunstancias actuales. Hoy en día, no podemos decir que sea en un mercado o país concreto; eso pertenece a una época de hacer negocios que ya no existe. La oportunidad se puede dar en el sitio menos previsible y en el negocio menos de moda, y por ello hay que invertir mucho talento y dinero en inteligencia de mercado identificando estos proyectos.
Ante el encarecimiento de las materias primas en 2021 –aluminio y cobre, entre otros–, se ha aprobado la posibilidad de que se revisen los precios en los contratos públicos de obras. ¿Es esta excepcionalidad un respiro para los contratistas o es una medida insuficiente?
Si en un proyecto donde la hiperinflación de materias primas supone un aumento de coste del 40% y mediante este mecanismo te reconocen el 20%, no puede ser una solución. Pensar que el Estado o cualquier Administración se beneficie adquiriendo inversiones con descuentos del 25% sobre el coste a costa de los fondos propios de las empresas como consecuencia de la aplicación del principio de riesgo y ventura del contratista es un absurdo en Teoría Económica.
Las empresas no pueden ni deben entrar en insolvencias por vender cobre y acero al Estado a la mitad de lo que les cuesta por una coyuntura de materias primas y de energía. Esto es algo muy serio. Que las empresas se debiliten como consecuencia de esta práctica reflejará a medio plazo un debilitamiento mayor en la contabilidad del Estado por menor recaudación y mayor gasto. Es importante destacar que varias naciones han habilitado mecanismos y fondos para compensar esta situación.
En nuestra opinión esa revisión de precios es insuficiente, y debe ser modificado y ampliado en el beneficio propio del Estado.
Pero lo más preocupante es que también se han desbocado los precios de la luz, el gas, los combustibles…, que quedan excluidos del citado Real Decreto. ¿Cómo podrán las empresas hacer frente al incremento de costes?
Partimos de una excepcionalísima situación en que la subida de precios de la energía es de tres dígitos en términos porcentuales sobre la base de 2020.
En un proyecto, los costes derivados de la energía son muy importantes; por tanto, no se entiende que este concepto se excluya. Entendemos que pueda ser revisado por la persistencia de la escalación de los precios y por su dimensión. Todos estamos desbordados por ello.
Las empresas, ante esta situación de indefensión, primero se debilitan porque por su buena fe honran los contratos pensando que la situación es transitoria. Posteriormente, que se ve que el problema es estructural, las empresas se encuentran que por un principio básico de supervivencia sólo tienen dos opciones: reclamar este concepto o no cumplir con un contrato cuya ecuación de costes les lleva a unas pérdidas cuantiosas.
Deseamos que esta turbulencia se desvanezca porque de otro modo el problema sobre todos los sectores productivos y la economía tendrá un gran impacto.
Finalmente, ¿qué les reporta ser miembro de ADEMI?
En una situación como la actual, ADEMI puede y deber ser nuestro foro donde canalizar nuestras propuestas, analizarlas, debatirlas y comunicarlas a la sociedad en general en los foros donde nos representa.
La Asociación presta un servicio esencial en materia de formación de Prevención de Riesgos Laborales, entre otras materias. Creemos que la mayoría de nuestras empresas hemos adoptado una política de cero accidentes y eso implica mucha formación y prevención. Además, ADEMI ha cumplido muy bien la difícil labor de unir a las empresas en torno a un gremio en un sector muy atomizado. Ha dado valor a nuestra actividad y ha permitido conocernos y relacionarnos poniendo en común los problemas sectoriales a los que nos enfrentamos; representándonos en los foros empresariales, técnicos y normativos, y ante la Administración.
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