¿Cómo ha evolucionado Tecniberia a lo largo de estos tres años que lleva ejerciendo la presidencia?
La crisis ha afectado duramente a las empresas de ingeniería y también a Tecniberia.
Ante este escenario, Tecniberia ha realizado los ajustes necesarios para garantizar la sostenibilidad económica y financiera de la organización. Hemos profundizado en nuestra apuesta por la calidad y, en este sentido, entre las actuaciones llevadas a cabo, destacaría la Declaración por la Calidad; firmada por Tecniberia, Fidex, la Unión Profesional de colegios de Ingenieros, el Instituto de la Ingeniería de España, el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España y la Fundación Arquitectura del COAM; y apoyada por FIDIC, EFCA y ACES.
Por otra parte, entre las acciones llevadas a cabo para reforzar el papel de Tecniberia, destacaría la integración de Asicma.
Al mismo tiempo, hemos realizado una reflexión sobre cuál debería ser la estructura organizativa y económica idónea de la Asociación para gestionar con la máxima eficacia y eficiencia la defensa de los intereses de sus empresas asociadas, aportando a las mismas el máximo valor añadido.
En resumen, Tecniberia ha evolucionado hacia una organización más eficiente en la prestación de servicios a sus asociados, y en cuyo discurso está la defensa del carácter intelectual de los servicios de ingeniería y del papel de la calidad para que sean correctamente valorados.
Como dice, recientemente Asicma se ha integrado en la Asociación, reforzando así la posición de Tecniberia como la patronal de las empresas de ingeniería.
Entre las ventajas que aporta la integración de Asicma en Tecniberia destacaría la de reforzar la posición de Tecniberia como la patronal del sector al representar a un conjunto de empresas más amplio y más fuerte.
Se busca que el sector de la ingeniería de consulta cuente con una voz única y más potente a la hora de plantear a las Administraciones Públicas las necesidades y retos que afrontan las empresas de ingeniería.
Al mismo tiempo, este acuerdo permite crear una patronal más potente que ofrecerá una mayor oferta de servicios de interés para los asociados gracias a las sinergias operativas, funcionales y económicas que entraña la integración.
Es por ello que los órganos ejecutivos de ambas asociaciones se habían manifestado con anterioridad favorables a dicho proceso de integración, que fue aprobado por sus correspondientes asambleas.
Por otra parte, se trata de un sector que se ha resentido por las restricciones en la inversión pública. ¿Se atisban ya signos de recuperación?
El hecho de que el Gobierno estuviese en funciones y el parón de obra pública que se impuso en el verano pasado han hecho que la inversión pública en licitaciones de servicios de ingeniería cayera en 2016 a 344 millones de euros, frente a los 437 millones de 2015.
Tras tocar un mínimo de 189 millones de euros en el año 2012, los niveles de inversión han experimentado un ligero repunte.
En cualquier caso, esta subida ni de lejos compensa la caída sufrida en esta partida durante la crisis. En 2007, la inversión pública en proyectos de ingeniería fue de 1.004 millones de euros. Con lo que hablamos de un descenso del 65% desde los tiempos pre-crisis hasta ahora. Es decir, para el sector de la ingeniería en España aún no se ve la luz al final del túnel.
Parece que lo que sí va cambiando es la tendencia de que, en la contratación pública, van teniendo más importancia los criterios técnicos que los económicos, en línea con los demás países europeos.
En los últimos meses, algunos organismos han dado tímidos pasos en la dirección adecuada, pero todavía muchos organismos públicos siguen considerando el precio prácticamente como el único criterio de adjudicación.
Nuestra posición al respecto sigue siendo la misma. La ingeniería es un trabajo de tipo intelectual y, en consecuencia, a la hora de adjudicar proyectos hay que otorgar a la calidad técnica el peso que le corresponde. El escaso peso de la calidad técnica del proyecto es un criterio que contrasta con el proceder de organismos internacionales de referencia y reconocido prestigio -como la Comisión Europea, el Banco Mundial, el Banco Europeo de Inversiones, el Banco Interamericano de Desarrollo o el Banco Asiático-.
En todas estas instituciones, la calidad técnica del proyecto pondera un 80%, salvo el Banco Asiático que le otorga un 90% al peso la oferta técnica en el criterio de adjudicación.
También este proceder choca contra el espíritu de las Directivas Europeas -como es el caso de las Directivas 2014/23, 24 y 25 del Parlamento y del Consejo de la Unión Europea, de 26 de febrero de 2014, sobre contratación pública- que establecen de forma expresa que “la oferta económicamente más ventajosa” no es necesariamente la más barata. En estos reglamentos se contempla, además, que: “el factor coste podrá adoptar la forma de un precio fijo, sobre la base del cual los operadores económicos compitan únicamente en función de criterios de calidad”.
Además, estarán pendientes de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, para conocer los gastos en Ingeniería.
Por supuesto. A falta de su aprobación en el Congreso y de las negociaciones entre partidos que se están llevando a cabo, la primera impresión de estos presupuestos no es demasiado halagüeña.
Las inversiones en infraestructuras supondrán 7.540 millones de euros en 2017, lo que conlleva un descenso del 20,6% respecto a las presupuestadas en 2016.
La cifra de obra pública marca un mínimo histórico desde que existen series comparables y supone, aproximadamente, una tercera parte de lo que se invertía en los años anteriores a la crisis.
Todas las partidas, excepto aeropuertos, tienen menos dotación, con un desplome del 29% en el caso del ferrocarril.
En España, la inversión en ingeniería es del orden de 4-5% de la inversión total.
Previsiblemente, la inversión en ingeniería sufrirá el mismo desplome que la inversión en infraestructuras.
¿Tienen las ingenierías españolas apoyo por parte del Ministerio para poder realizar ofertas internacionales?
Consideramos necesario una mayor implicación de las Administraciones Públicas en esta cuestión y situar la internacionalización de la ingeniería como una “cuestión de Estado”. En el exterior, las firmas de ingeniería casi siempre actúan como avanzadilla para las exportaciones españolas.
Dado que las compañías de este sector suelen ser de las primeras en llegar a nuevos mercados, la consecución de forma eficiente de los proyectos en infraestructuras ha sido en muchos casos una suerte de carta de presentación ante otros países.
Y también la demostración de que, en general, las empresas españolas hacen muy bien las cosas, y que los productos y servicios de nuestro país presentan unos estándares atractivos en calidad y valor añadido.
Entre las medidas necesarias para apoyar la presencia de la Ingeniería española en los mercados internacionales, figuran: el apoyo financiero para la realización de ofertas internacionales y la implantación internacional de las empresas de Ingeniería, facilitando la búsqueda de nuevas formas de financiación que potencie la internacionalización de las empresas (como la participación en consorcios verticales, la colaboración público-privada y la obtención de avales internacionales); la difusión internacional de la imagen tecnológica de España; e impulsar el desarrollo de la “Diplomacia Comercial”.
Tecniberia y las ingenierías deben acompañar a las misiones comerciales del Estado por el mundo en igualdad de condiciones que otras asociaciones empresariales y que las empresas públicas.
Para concluir, el Acuerdo de París sobre el cambio climático, recientemente ratificado por España, supone un gran reto y también nuevas oportunidades de negocio para nuestras ingenierías. ¿Contamos con algún tipo de subvención para financiar proyectos verdes?
Las nuevas oportunidades de negocio para las ingenierías no sólo provienen de la firma por parte de España del Acuerdo de París, sino también del desarrollo por parte de la Unión Europea de regulaciones restrictivas para reducir las emisiones de CO2 y mitigar el impacto al medio ambiente.
En España existe una asimetría entre los compromisos adquiridos y los recursos destinados para evitar la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, siendo puntuales las subvenciones para financiar proyectos verdes. |