Pese a las dificultades originadas por la pandemia, ¿cómo ve la situación de las empresas del sector?
Las empresas del sector han tenido un comportamiento ejemplar. La mayoría de nuestras actividades han sido designadas como esenciales y, a pesar de ello, hemos operado con enorme eficiencia, responsabilidad y seguridad sanitaria de nuestros empleados.
El esfuerzo económico y de organización que han demostrado nuestras empresas ha sido muy relevante. Desde el primer momento hemos compaginado de manera magnífica nuestra excelencia en las operaciones con la máxima responsabilidad con nuestros trabajadores y colaboradores.
Esta pandemia nos ha hecho madurar a todos. A la sociedad y a las empresas. Nos ha hecho ver que no hay nada para siempre y que hay que estar preparados para adaptarnos continuamente a una realidad cambiante.
De esta pandemia no salimos reforzados; salimos todos más concienciados y convencidos de que hay que estar preparados para el cambio y que debemos preparar a nuestras empresas para cualquier escenario, por remoto que parezca.
Se está observando un aumento de precio en los materiales y en los productos. ¿Tendrá esta subida una incidencia importante en las empresas del sector?
Es una pregunta con respuesta incierta. Al hilo de la respuesta anterior, debemos prepararnos para cualquier escenario. La subida de la mayor parte de las materias primas y de los fletes logísticos advierte de un problema de inflación muy preocupante. Si esta subida es coyuntural, los mecanismos automáticos de la actividad económica lo regularán sin apenas impacto en nuestras actividades.
Por el contrario, si esta subida es estructural y arrastra un efecto permanente de inflación y aumento de los costes -no sólo de materiales, laborales-, nos podemos encontrar con un gran problema de gestión en nuestras empresas.
En un escenario de inflación persistente, las empresas españolas nos encontraríamos con la dificultad de no poder optaren nuestro país a los sectores favorecidos por ese potencial escenario inflacionista; minas, logístico, hidrocarburos, etc. Y en cambio tendríamos que afrontar lo nocivo en costes. Debemos esperar a ver si esta subida es momentánea o definitiva.
La prevención de riesgos laborales es una apuesta fuerte en las empresas del sector. ¿Cómo se están potenciando desde ADEMI estas actividades?
ADEMI y las empresas del sector están haciendo un esfuerzo muy importante en prevención de riesgos laborales, con el objetivo de evitar accidentes de trabajo, y lo hacemos porque creemos firmemente en ello.
En el Comité de Prevención de ADEMI se programan medidas pioneras en el sector, y su magnífico liderazgo en las mejores prácticas han hecho de la Asociación y sus asociados una referencia. Tenemos centros de formación en PRL en Barcelona, Madrid, Sevilla y Valencia; y centros colaboradores en Lérida, Santiago de Compostela, Málaga y Canarias que ya son ejemplo para nuestros clientes y punta de lanza de la Prevención y la Formación en España. En lo que va de año (2021), ADEMI ha formado a más de 8.000 personas en todos sus centros repartidos por España, ocupando la prevención un lugar relevante de esta formación, pues está integrada en todos los procesos formativos.
Además, lideramos Congresos de prevención junto con otras asociaciones como AELEC, SEDIGAS y AGA que este año se tendrá lugar su 6ª edición, Jornadas con TELEFÓNICA, etc.; con demostraciones prácticas cuyos objetivos es la divulgación de las mejores prácticas en prevención de riesgos y la concienciación de todos los niveles de las empresas con la Prevención.
Pero añadiría algo más para poner en valor los métodos formativos que estamos aplicando en la Asociación. Ahora que acaba de finalizar la Eurocopa, observamos cómo millones de personas ven, con altos niveles de emoción, fútbol todas las semanas, con jugadores que muestran un elevado grado de habilidad y competencia, pero nadie alcanza ese grado de habilidad sólo viéndolo.
Las charlas y reuniones en materia de seguridad laboral tienen un objetivo prioritario: evitar los accidentes; pero los accidentes se siguen produciendo. Las emociones que se producen cuando el sujeto se expone a la información determinarán su aprendizaje o su olvido. También influye la participación de uno o varios sentidos. La habilidad manual depende de la práctica; aquí es donde el puzzle empieza a tener sentido.
Aprendemos lo que practicamos. Todo ello nos lleva a pensar que el aprendizaje de habilidades profesionales y vinculadas a la seguridad no puede ser objeto de una formación exclusivamente teórica. Sin la práctica y la experiencia su eficacia se reducirá a un pequeño porcentaje de casos que, posiblemente, lo llevan aprendido por experiencia propia. Por este motivo, la actividad de formación de ADEMI se centra en la práctica y se dota de instalaciones ofreciendo experiencias simuladas que tengan el mayor realismo posible.
Decir a las personas que no se accidenten son sólo palabras. Sin embargo, hacerles que vivan las experiencias de riesgo en su trabajo de forma controlada y segura les da el entrenamiento necesario para que puedan reaccionar de forma correcta cuando se enfrenten a ella. Ponerles delante del riesgo les ayuda a adquirir calma porque saben a lo que se pueden enfrentar.
La conducta segura se practica. La competencia profesional se adquiere con la práctica. De las conferencias y charlas que escuchamos sólo nos acordamos de una pequeña parte. De las vivencias, recordamos la mayor parte.
De ahí el gran esfuerzo de ADEMI y sus empresas para ofrecer formación presencial teórica y práctica en un entorno seguro.
Los fondos que la UE inyectará a España ayudarán a reactivar la economía. ¿Cuáles son, en su opinión, las inversiones más necesarias?
Las inversiones más necesarias son todas aquellas que modernicen la economía española sin dogmatismos.
Debemos preparar a España, aprovechando esta oportunidad única de los fondos europeos, para que pueda competir de la mejor manera en el mundo que se nos avecina. Debemos entender que, a diferencia con los fondos que recibimos cuando nos incorporamos a la UE, aquí competiremos contra el resto de países europeos que también recibirán fondos. No da igual cómo se repartan estos fondos. Para tener éxito en la asignación de fondos, debemos ponerlos en aquellos lugares donde se pueda crecer en los próximos años. Sin ideología. Sólo con criterios de progreso y productividad. Si no acertamos en la asignación de estos fondos no sólo no cerraremos nuestra brecha económica con los países más desarrollados del mundo, si no que aumentaría nuestra desigualdad con ellos.
Debemos entender que los criterios deben ser de País; no intereses ideológicos ni intereses particulares de empresas, por muy relevantes que estos sean.
Una vez que estamos superando este periodo de incertidumbre, ¿qué mensaje de optimismo podemos lanzar para que las empresas mejoren rentabilidad?
Tenemos las mejores empresas del sector, en mi opinión, en el mundo. No tengo ninguna duda. Los más preparados y, después de 30 años de internacionalización, con el suficiente conocimiento de riesgos y una adecuada ambición prudente.
Vienen muchos años de inversión en nuestros sectores. Una inversión como nunca antes hemos visto. Debemos aprovecharla. En España y fuera de nuestras fronteras. Con prudencia y ambición. Tenemos a los mejores profesionales perfectamente formados y preparados. Tenemos a la inmensa mayoría de nuestras empresas sin deudas importantes, con la capacidad suficiente de acometer inversiones para crecimiento, preparadas orgánicamente para acometer cualquier actividad con rigor y eficacia.
Creo que si hacemos lo que todos sabemos, sin estridencias ni excesivos voluntarismos, vamos a tener éxito en los próximos años, y podremos preparar a nuestras empresas y a nuestro sector para el próximo cambio que, como siempre, llegará.
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