Presidente de la Sociedad Nuclear Española

"Trabajamos con una fuente de generación de energía libre de emisiones de carbono, considerada dentro de las energías no contaminantes de gases de efecto invernadero por la Comisión Europea"

CONVERSAMOS CON EMILIO MÍNGUEZ PARA CONOCER QUÉ OBJETIVOS SE HA MARCADO PARA ESTE PERIODO A LA CABEZA DE LA ASOCIACIÓN.

D. Emilio Mínguez --

El pasado mes de marzo ha sido elegido nuevo presidente de la Sociedad Nuclear Española. ¿Qué balance hace de estos 6 meses, en un momento tan relevante para el sector nuclear?

 

La Sociedad Nuclear Española es una institución a la que dan vida sus socios, comisiones y, por supuesto, la junta directiva. Todos nosotros somos la voz de los profesionales de la industria nuclear en España y para mí es un orgullo, como presidente, estar al frente de la SNE, aunque me siento una pieza más de todo este engranaje tan dinámico que nos permite mantener un alto nivel de actividad.

 

Desde que asumí la presidencia, destacaría precisamente todas estas actividades llevadas a cabo o en las que se está trabajando. Por ejemplo, la preparación de la 48 Reunión Anual que tendrá lugar los días 4 al 6 de octubre en la ciudad imperial de Toledo; o la Jornada Técnica que se celebró en Bilbao sobre “Estrategia y gestión de grandes componentes radiactivos de las CCNN para su tratamiento como residuos” el pasado 6 de julio, y que contó con una excelente participación de socios y empresas.

 

Quizás por su especial relevancia y por lo que significa para nosotros, quiero poner especial énfasis en la puesta en marcha del grupo de trabajo que prepara los actos con los que celebraremos nuestro 50 Aniversario durante todo el próximo 2024 y que nos gustaría que fuese un reconocimiento al pasado, pero también una mirada optimista al futuro. Creemos en la necesidad de tener en cuenta a las centrales nucleares como fuentes de energía estratégica en España y así lo defenderemos en todos los foros en los que se nos dé voz. 

 

Firmemente comprometido con los fines de la SNE, ¿cuáles son las estrategias que centran su cometido?

 

Como sociedad de profesionales de las ciencias y tecnologías nucleares, tenemos una misión fundamental que consiste en acercar –mediante la divulgación y el conocimiento– la energía nuclear a la sociedad.

 

Somos conscientes del rechazo, del temor que genera lo desconocido, y por eso uno de nuestros hitos es que las personas conozcan mucho mejor nuestro sector para después poder formarse un criterio, una opinión crítica con información contrastada y veraz, alejada de la que suele circular relacionada con la energía y la industria nuclear, demasiadas veces basada en mitos y prejuicios.

 

Trabajamos con una fuente de generación de energía libre de emisiones de carbono, considerada dentro de las energías no contaminantes de gases de efecto invernadero por la Comisión Europea. Es, además, una energía de base, que aporta su producción al sistema eléctrico a todas horas del día y que tiene unos costes estables –especialmente si el marco económico, regulatorio y fiscal es estable y adecuado–.

 

En nuestra estrategia nacional, hemos lanzado un Manifiesto que recoge el sentir de los profesionales nucleares españoles en el que solicitamos alargar el periodo de operación de las centrales actuales. Esto permitirá garantizar el suministro eléctrico, reducir el coste de la tarifa eléctrica y cumplir con el objetivo de descarbonización en el horizonte de 2050.

 

Al mismo tiempo, y en relación al primer punto que abordaba, el de la información para que la ciudadanía pueda disponer de datos y un punto de vista diferente, se han editado y publicado cinco vídeos, disponibles en nuestra página web y canal de Youtube, en los que tratamos de acercar a la sociedad algunos aspectos relacionados con la energía nuclear –como la gestión de los residuos, los nuevos reactores,  los otros usos de las radiaciones o la situación en España–. 

 

Estamos en una etapa marcada por la transición energética hacia un sistema descarbonizado. En este marco, las centrales nucleares juegan un papel clave dentro del sistema eléctrico.

 

A nuestro mensaje en el Manifiesto, me permito añadir que la única solución actual científica y tecnológica para alcanzar esa transición consiste en usar energías limpias o no emisoras de carbono. Y la única combinación razonable y realista es la basada en las energías renovables junto con las nucleares. Muchos países están adoptando esta solución, ampliando la operación de las centrales nucleares hasta 60 años, incluso en algún caso a los 80 años. Hay también compromisos de nuevos proyectos de centrales avanzadas y con centrales modulares.

 

La atemporalidad de las energías renovables y la carencia de una tecnología de almacenamiento hace necesario tener una energía de base que garantice el suministro. Y la única energía de base que no es emisora de carbono es la nuclear.

 

También la crisis de Ucrania ha vuelto a poner encima de la mesa la necesidad de tomar medidas para garantizar la seguridad de suministro. ¿Se abren nuevas oportunidades para la energía nuclear?

 

La energía nuclear siempre ha estado desarrollando nuevos sistemas innovadores, haciendo la operación de las centrales avanzadas más eficiente, disminuyendo el coste de generación y aportando nuevas oportunidades de flexibilidad en el seguimiento de la demanda. Los nuevos diseños de centrales modulares permiten menores costes de inversión, tiempo de construcción competitivos y sustituir a las centrales de generación con combustibles fósiles. La garantía de suministro y la independencia del combustible hacen que la energía nuclear presente una estabilidad a corto y largo plazo en cualquier esquema energético de los países. Por este motivo, muchos países de Europa, de Asia y de Norteamérica están apostando por alargar la operación de las centrales en funcionamiento y plantear nuevos proyectos de centrales nucleares. España se está quedando sola en su estrategia de cierre.

           

Además, Red Eléctrica advierte que el cierre de las centrales nucleares en España a partir de 2035 podría afectar la estabilidad del sistema eléctrico. Buenas noticias.

 

Pensar en un esquema eléctrico basado sólo en instalaciones de generación con renovables no deja de ser un riesgo de suministro y, por tanto, de una inestabilidad tecnológica en la red. Al no disponer o eliminar la energía nuclear como energía estable de base, ésta dejaría de suministrar un 21% de la energía eléctrica, que sólo podría ser sustituida por fuentes de generación como el gas, lo que supone un retroceso en la lucha contra las emisiones.

           

Por otra parte, los SMR (Small Modular Reactor) ofrecen menor coste y mayor rapidez de construcción. ¿Su implementación es una realidad? ¿Se está desarrollando esta tecnología?

 

Existe una extensa oferta de diseños de reactores SMR, algunos ya en fase de diseño y construcción que van a comenzar la operación en esta década. Estos reactores no sólo van a contribuir a la generación de electricidad, sino también a la generación de hidrógeno de forma masiva, energía para desalar agua del mar, y para la industria química y la industria manufacturera, evitando de esta forma usar otras energías emisoras de carbono. Países como Canadá, Estados Unidos, Francia, Inglaterra o China, entre otros, tienen programas y proyectos muy avanzados. Por tanto, los SMR van a ser una realidad en los próximos años.

 

Para finalizar, ¿quiere añadir cualquier otra reflexión?

 

En los casi ya 50 años de la SNE, los profesionales que la componen han sido, son y serán unos testigos y actores de que la tecnología nuclear en nuestro país es una marca de excelencia y calidad, referente a nivel mundial, de alta especialización y tecnología, que ha producido energía eléctrica desde 1968, superando en algunos periodos el 30% de toda la energía generada y que supone actualmente el 21%. Las empresas del sector y sus profesionales consiguen proyectos internacionales compitiendo en países que apuestan por la energía nuclear. Este conocimiento de años y el interés de las nuevas generaciones no puede ni debe eliminarse por erróneas decisiones políticas; y es urgente hacer una reflexión sobre el importante valor que la energía nuclear, las empresas y sus profesionales aportan a la economía nacional y al reconocimiento internacional.

 

Queremos dirigirnos al futuro Gobierno de España para reclamar la continuidad del parque nuclear de nuestro país, para continuar disponiendo de esta fuente de generación eléctrica que se produce en instalaciones seguras, fiables y comprometidas con el futuro. Las centrales nucleares españolas y las personas que trabajan directa e indirectamente en ellas son un valor estratégico para nuestro país, un recurso que está en perfectas condiciones para seguir ahí, salvo que el empecinamiento político nos lleve a ese cierre total en poco más de 10 años.