Socios fundadores de Avego Abogados

AVEGO ABOGADOS ES UNO DE ESOS DESPACHOS QUE SE HAN ESTABLECIDO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS CON LA CLARA INTENCIÓN DE OFRECER AL MERCADO UNA ATENCIÓN MÁS PERSONALIZADA. SUS NOTAS DE IDENTIDAD SON LA ALTA CAPACIDAD TÉCNICA Y AMPLIA EXPERIENCIA DE SUS SOCIOS EN SUS RESPECTIVAS ESPECIALIDADES, SU GRAN CERCANÍA CON LOS CLIENTES, SU INMENSO COMPROMISO CON LOS PROYECTOS DE ÉSTOS Y SU CAPACIDAD DE ADAPTARSE A SUS NECESIDADES CONCRETAS.  

Marta Gómez-Luengo, Luis Vericat y Sylvia Alonso -- Socios fundadores de Avego Abogados

En Mayo de 2013, Sylvia Alonso Salterain, Luis Vericat Roger y Marta Gómez-Luengo, decidieron emprender un proyecto propio. Después de más de 20 años de exitosa trayectoria profesional en grandes despachos y puestos directivos en empresas y organismos reguladores, establecieron Avego Abogados. Sylvia Alonso dirige el Departamento de telecomunicaciones, tecnología y medios; Luis Vericat, el Departamento de procesal; y Marta Gómez-Luengo, el Departamento mercantil. Avego ofrece también servicios en el área de derecho laboral y de derecho fiscal, a través de colaboradores de la firma que son personalmente coordinados por los socios.

Avego nació con vocación de boutique jurídica, especializada. Su establecimiento se produjo en medio de una fuerte crisis económica y, sin embargo, esto se ha convertido en una oportunidad para ellos.

En momentos de crisis económica, donde las empresas reducen sus presupuestos para la externalización de servicios, ¿no es arriesgado emprender una actividad de prestación de servicios?

Sylvia Alonso: En un principio podría parecer que así es.  Sin embargo, precisamente en esos momentos en los que las empresas tienen que justificar cualquier gasto externo es cuando surgen las oportunidades para despachos como Avego. 

Nuestro despacho aporta ese grado de especialización que no siempre existe en las asesorías jurídicas internas de las empresas. 

Por otro lado, mientras antes de producirse la crisis era frecuente recurrir a las grandes firmas jurídicas sin considerar el coste económico que ello suponía, una vez inmersos en la crisis las empresas vieron cómo profesionales con firmas más pequeñas les ofrecían un servicio con la misma calidad y excelencia pero mucho más cercano, inmediato, con trato directo con el socio y, además, mucho más económico. 

Y, una vez comprobado esto, su tendencia es repetir ya que no quieren volver a pagar honorarios más altos por una igual calidad.

Todavía quedan algún tipo de operaciones, informes específicos, o algunas empresas que pueden requerir el sello de una gran firma, pero el mercado jurídico ha cambiado significativamente en los últimos años. 

Finalmente, queda mencionar el cliente que no puede hacer frente a los honorarios que aplican los grandes despachos y tampoco tiene una asesoría jurídica integrada porque no pueden sostener esa estructura. 

¿Se refiere a emprendedores, pequeñas empresas?

S. A.: Sí, hablamos de pymes y también de emprendedores. En Avego trabajamos mucho con emprendedores, con incubadoras y aceleradoras. 

La posibilidad de combinar la gran trayectoria en derecho mercantil de Marta en Cuatrecasas y Linklaters, en donde estuvo al frente de las operaciones de mayor envergadura que se produjeron en este país durante los últimos 20 años, y mi trayectoria en las áreas de tecnología y regulación económica nos han permitido poder atender las necesidades de este perfil de cliente.

Además, para clientes en sectores regulados, la experiencia previa en un regulador ayuda a enfocar los asuntos de una manera más acorde con la regulación y así poder prevenir futuros problemas a nuestros clientes.

En materia de energía, con los cambios de regulación que han incidido en la rentabilidad de los parques energéticos de renovables, ¿hay todavía espacio para el asesoramiento legal?

Marta Gómez-Luengo: Claro que lo hay. Es cierto que algunas de las inversiones realizadas en parques eólicos y termosolares no han tenido, en muchas ocasiones, la rentabilidad esperada y que,  actualmente, no hay tantas operaciones de este tipo como en los últimos años. Sin embargo, nosotros estamos asesorando en proyectos de investigación de energías limpias, que reciben inversión y financiación tanto de entidades públicas como privadas, y de business angels. Es muy interesante, tanto desde un punto de vista jurídico como desde el punto de vista empresarial.

En estas operaciones, los investigadores asumen, además, un papel de emprendedor. Su investigación fructifica en un producto o servicio comercializable, y para ello cuentan con el apoyo financiero y de estructura de  entidades “incubadoras” o “aceleradoras”, de entidades públicas con líneas de financiación “blandas”, e incluso, en ocasiones, business angels y entidades de capital riesgo confían en el proyecto e invierten en él.

Avego asesora en este proceso a las distintas partes implicadas. No son operaciones de grandes importes económicos en cuanto a inversión, pero son de complejidad jurídica, ya que se regula la relación entre los distintos inversores y los investigadores-emprendedores y se protege el fruto de la investigación (patente, know-how, etcétera).

Una vez constituida la empresa e iniciado el negocio, también asesoramos a la nueva sociedad en las distintas necesidades que pueda tener (protección de datos, propiedad industrial o intelectual, relaciones comerciales o contractuales, potenciales conflictos, etc.).

Y, respecto a grupos empresariales o grandes empresas, ¿han podido acceder a asesorarles?

M. G-L.: Precisamente, nuestros clientes más fieles y los mayores valedores de Avego son multinacionales y empresas relevantes, tanto tecnológicas (lógico por la especialización y experiencia de Sylvia en este mercado) como de otros sectores.

Hemos podido asesorar a grupos empresariales en operaciones de adquisición y de reestructuración, y nos hemos dado cuenta de que lo importante para ellos es la confianza en la persona, es decir en el abogado que les asesora, y no tanto en la firma. El trato tan directo, cercano y permanente con el interlocutor de estas empresas hace que nos acabemos convirtiendo casi en su propia asesoría jurídica interna o en parte de ella.

Los socios nos involucramos mucho en su proyecto y llegamos a conocer bien su negocio y su filosofía de empresa; y, lo más importante, ellos lo perciben. Por ello, tienen la confianza de llamarnos y plantearnos las dudas o cuestiones que les surgen a cada momento, aunque no tengan nada que ver con el asunto concreto objeto de asesoramiento, y nosotros estamos encantados de responderles y colaborar con ellos.

Así, más de una gran empresa que nos ha encargado un asunto puntual ahora es un cliente recurrente de Avego, es decir, nos hemos convertido en sus “abogados de cabecera”.  

Para nosotros, la relación cercana y de plena colaboración con el cliente es parte del encanto de nuestra profesión. Por eso, vamos más allá en nuestro trato con cada uno de ellos.

Avego es un despacho pequeño, aunque el perfil de los socios es muy internacional. ¿Han tenido oportunidad de asesorar en temas internacionales o eso queda reservado a los despachos de mayor tamaño?

S. A.: El tamaño del despacho no es fundamental a la hora de determinar el tipo de cliente que busca tus servicios.

Desde Avego, asesoramos a multinacionales que están entre los top 5 de sus áreas de actividad al nivel mundial.

Algunos necesitan asesoría jurídica nacional y otros nos buscan por la capacidad de asesorarles en asuntos internacionales, como pueden ser entradas en mercados extranjeros o asuntos relacionados con Bruselas.

Por otro lado, también estamos asesorando a gobiernos extranjeros en materia de desarrollo de sus mercados de telecomunicaciones, bajo los programas de la Comisión Europea y del Banco Interamericano de Desarrollo, y a gobiernos extranjeros en materia de fiscalidad española. 

Por tanto, la dimensión del despacho no es el factor determinante.  Lo relevante es el perfil y la experiencia de los profesionales que conformamos Avego.